Consiste en la conversión de buses de sistema diésel a eléctrico mediante un kit desarrollado en Chile. Manteniendo el chasis y carrocería, se remueve el motor diésel con todos sus componentes y se incorpora un sistema de tracción 100% eléctrico, además del diseño del sistema de control y comunicación para la integración de las distintas tecnologías. Con esta solución se fomenta la electromovilidad a un precio accesible, se potencia la economía circular y el posicionamiento de Chile como hub en electromovilidad.